El viaje de vuelta desde Tatopani ha sido bastante complicado ya que las carreteras son muy malas y hay que cambiar varias veces de transporte. En uno de los trayectos tuvimos que esperar a que retirasen una roca enorme que se había caído en medio del camino.
Al final tuvimos que coger 3 autobuses hasta que hemos podido llegar a Phokara 2 días después.
Phokara es una ciudad grande, con el valle de los Annapurnas encabezando el horizonte y su montaña sagrada (Machapuchare – 6.993m) sobresaliendo sobre él. Phokara es mucho más tranquila y acogedora que Kathmandú y pasamos unos días estupendos en compañía de todo el grupo que hemos conocido durante el trekking.
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Aquí nos despedimos de nuestro porter, agradeciéndole todo lo que ha hecho por nosotros. A partir de aquí empezamos otro tipo de viaje, el que nos gusta, a nuestro aire. Aprovechamos el primer día de estancia para visitar la ciudad y recorrernos sus calles y el lago de la ciudad. Justo en el centro hay un pequeño templo hindú (Tal Barahi Temple) que se llega en barca y no está mal la visita.
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Más tarde cogimos un taxi de camino al Museo de la Montaña y después directos a la pagoda de la Paz Mundial. Las vistas de la ciudad de Phokara, así como a la montaña sagrada de Machapuchare, merecen la pena.
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Al día siguiente aprovechamos para hacer parapente en los montes próximos a Phokara y sobrevolar el lago. Una experiencia inolvidable por muy poco dinero.