Desde Mt.Cook hasta nuestro último destino, Christchurch, nos separan 362km de buena carretera y paisaje espectacular. Al llegar a Christchurch nos damos cuenta de que ya va tomando un aire a ciudad.
Nos alojamos en el camping y salimos a ver un poco la ciudad. Nos encontramos una ciudad un tanto devastada por el terremoto que sacudió la ciudad en septiembre del año 2010. La imagen de algunas calles es desoladora. Lo tienen todo cerrado al público y reconstruyendo todo lo que pueden.
Pero después de unas cuantas vueltas a la ciudad hemos podido ver cosas muy chulas y considerar esta ciudad como una de nuestras favoritas para vivir. Lo tiene todo: cerca de montañas, al lado del mar, rodeado de verde y que son súper amables y pendientes del medio ambiente.
Al día siguiente nos vamos a pasar el día a la próxima (83km) península de Banks. El paisaje al entrar a la península es verdaderamente alucinante. Todo cambia de repente y se transforma en un verde intenso y no ves muchas veces ni el relieve del terreno.
Llegamos hasta el pueblo de Akaroa que es el final de la carretera. El pueblo en sí no tiene demasiado interés, es más el entorno. Se nota que debe de ser un destino turístico de segunda residencia.
Nos damos unos cuantos paseos por el pueblo y los alrededores hasta que llega la hora de comer. Tiene mucho encanto este pueblito. Nos ha gustado mucho para visitarlo y completar medio día que se tenga.
Muy a nuestro pesar, en Christchurch devolvemos la autocaravana que tan buenos recuerdos nos ha dejado. La echaremos de menos eso seguro. Ha sido toda una experiencia haber podido hacer este tipo de viaje en un vehículo como este y en este país.