JAPÓN

Kyoto en bici

Kioto es una ciudad grande que a pie es inabarcable, por eso elegimos visitarla en bici (y porque nos gusta mucho montar en bici, ¡claro!). Hay varios sitos para alquilarlas, pero seguro que en tu hotel u hostal las alquilan. Nosotros las alquilamos en el nuestro por 500¥ al día cada una. Si lo de ir en bici no te convence hay muchos autobuses que te acercan a cualquier lugar de Kioto, de hecho, hay buses que te dejan en los monumentos más importante de la ciudad (los carteles están en inglés). Cada viaje de bus cuesta unos 230¥, pero hay pases diarios por 600¥.

Moverse en bici por Kioto es fácil. Se puede ir por la acera o por la carretera. En las calles comerciales o muy turísticas está prohibido (hay señales en el suelo que lo indican) y, o bien, la aparcas en los parkings habilitados para bicis (no se puede dejar en cualquier lado) o caminas con ella de la mano. Los parking de bicis suelen ser gratis la primera hora o primeras tres horas (depende de lo turística que sea la zona). Luego suele costar 200¥ por bici ¡ojo con los parking cubiertos! Tienen horario y cierran con tu bici dentro (a nosotros nos pasó).

En bici por las calles de Kioto

Los japoneses conducen por la izquierda y, por tanto, si vas por carretera hay que ir por el carril indicado y si vas por la acera también hay que ir por la izquierda. Los japoneses son muy ordenados en absolutamente todo así que todos se colocan como es debido y donde fueres… haz lo que vieres.

Para que sea más sencillo, dividimos Kioto por zonas:

  • SUR Y ESTE DE KIOTO

Nuestro hostel no estaba bien ubicado, así que todo nos pillaba bastante lejos.

Empezamos por uno de los sitios más emblemáticos de Kioto, el Fushimi Inari-Taisha. Santuario sintoista con su ascensión al monte Inari-san entre cientos de toriis de color rojo intenso. Las imágenes que acostumbramos a ver de este sitio nada tienen que ver con la realidad, porque bonito es, pero hay cientos de personas además de ti que hacen que los primeros metros de subida sean agobiantes. Según se va subiendo la gente va desapareciendo y es mucho más agradable ¡y hasta te puedes hacer una foto tú solo! Así que ten paciencia y espera a hacer las fotos arriba.

La subida es de unos 4 kilómetros y además de las toriis hay pequeños templos y fuentes muy bonitas donde descansar un poco del calor.

Por lo que nos han contado visitar el santuario por la tarde a última hora puede ser una gran idea, no hay apenas gente y se encienden las luces del trayecto. Seguro que las fotos son mucho más bonitas con esa luz.

Saltorii
Toriis del Fushimi Inari-Taisha

Después del Fushimi Inari-Taisha visitamos el templo budista Tōfuku-ji porque la guía decía que era espléndido, pero a nosotros no nos lo pareció. No está mal, pero si no hay mucho tiempo, mejor saltárselo. Hay que pagar 400¥ por ver el jardín (que es bastante pequeño) y en verano pierde interés por estar el musgo seco y otros 400¥ por ver el puente.

Tōfuku-ji
Detalle de jardines

El Kiyomizu-dera es otro templo budista que visitamos (en Kioto otra cosa no, pero templos hay para ver varios días). Está plagado de gente vestida de forma tradicional haciéndose fotos y resulta divertido verlo. Hay un recorrido hasta una pagoda enorme de color rojo muy chulo si accedes al interior del templo. La entrada son 400¥.

Kiyomizu-dera
Pagoda
Todos se hacían fotos aquí ¡no íbamos a ser menos!

Dejamos las bicis aparcadas en uno de los parkings habilitados para ello y nos movimos por el barrio de Gion caminando. Es muy turístico, está lleno de gente, pero es muy bonito caminar por los callejones como el Ponto-chō ideal para ver a las geishas y maikos. También es la zona comercial, así que se pueden hacer algunas compras.

Gion al atardecer
Detalle de establecimiento
Callejón de Gion

Otro sitio de compras es el mercado de Nishiki, una especie de galería interior con muchos puestos y tiendas de todo tipo: comida, artesanía, regalos, ropa, productos de higiene, hay de todo y hay mucha gente paseando, comprando y comiendo, así que ármate de paciencia.

Mercado de Nishiki
¡Hasta hay un pequeño templo en el mercado!

Si te da la hora de cenar o de comer, cerca del mercado hay un restaurante especializado en ramen que se llama Ippūdō. Lo verás enseguida por la cola que hay para entrar. Nosotros esperamos como media hora para cenar, pero mereció la pena. Estaba muy rico, aunque no llega al nivel de Sapporo, el de allí fue excepcional.

Ramen y gyozas deliciosas
  • NORTE Y OESTE DE KIOTO

Seguimos con las bicis recorriéndonos la ciudad. En el oeste visitamos el bosque de bambú de Arashiyama. Este bambusal se ve en poco tiempo, es una subida rodeado de cientos de troncos de bambú. Es muy bonito, pero no estás dentro del bosque, vas por un paseo cuesta arriba y los vas viendo a los lados. La entrada es gratuita.

Bambusal
Autofoto en el bambusal de Arashiyama
¡¡Mira hasta dónde crecen de alto!!

Después de Arashiyama nos dirigimos a visitar el templo de Kōtō-in, pero resultó estar cerrado al público por reformas. Estará cerrado hasta el 31 de marzo de 2019.

El Palacio Imperial nos pillaba de paso, así que entramos a los jardines que le rodean por dar un paseo más fresquito en la bici. No sabíamos que se podía entrar al palacio, pero para nuestra sorpresa sí y además de ser gratis, había poca gente. Nos gustó mucho, no sé si porque no estaba en nuestros planes o porque se estaba tan a gusto que lo disfrutamos más. Es muy impresionante, merece una visita.

Jardines palacio imperial
Interior del Palacio Imperial
Jardines del Palacio

El castillo de Kioto, el Nijō-jō, es otro de los imponentes monumentos de la ciudad. Rodeado por un foso y un muro elevado hacen que el interior sea todo un misterio. La Entrada son 600 yenes y requiere un buen rato para verlo completamente porque además del palacio, los jardines que hay alrededor son muy bonitos.

Nijō-jō
En la super puerta de entrada (con intruso en la foto :))

Desde nuestro punto de vista, de los templos más bonitos de Kioto está el Kinkaku-ji, el famoso pabellón dorado. Es un templo precioso, pero no solo por la arquitectura en sí, lo es además por los jardines que le rodean. Al ser tan bonito estará repleto de gente, así que conviene no coincidir con los autobuses de chinos. A medio día o antes del cierre es buena hora.

Templo dorado
El templo de cerca

Después de este templo nos gustó mucho el Hōnen-in, es pequeñito, es tranquilo y recibe pocas visitas. Es perfecto para descansar un poco de las multitudes y disfrutar de los sonidos del bosque que está pegado a él. Además tiene un cementerio muy interesante.

Cementerio
Jardín zen

Continuamos nuestra ruta en bici por el sendero de los filósofos o de la filosofía, un agradable camino al lado de un arroyo que se puede hacer tanto a pie como en bici. Al final del sendero de los filósofos vimos el último templo del día, el Eikan-dō, un bonito templo budista con unos jardines y estanque increíbles.

Terminando el sendero de los filósofos

Como resumen, Kioto tiene más de mil templos budistas y 400 santuarios sintoístas, así que hay que elegir los más bonitos en función de los días que se vaya a estar. También es interesante pasear por el río por las tardes, donde la gente local y los turistas se sientan en las orillas para ver atardecer, pasear por las calles de Gion e ir despacio en los jardines zen que son una auténtica maravilla. Mucha gente utiliza Kioto como centro de residencia para visitar Nara, Himeji u Osaka, pero desde nuestro punto de vista, Kioto merece varios días de ir despacio, es una ciudad estupenda para visitarla sin prisa.

Kioto al atardecer

Aunque pilla retirado, no queríamos dejar de recomendar este sitio para comer sushi barato y de buena calidad. No sabemos cómo se llama porque todo está en japonés, pero os dejo la web para que lo localicéis: www.kura-corpo.co.jp. Está muy bien de precio y te lo pasas genial con la cinta transportadora de comida.

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