BERLÍN

¡¡Guten morgen, Berlín!!

FECHAS: 27-29 dic 2013

La capital de Alemania es perfecta para que os deje un gran sabor de boca gracias a que ofrece muchas cosas para todos los gustos.

Posee una gran historia, fantásticos museos, bonitos mercados, una gastronomía única, plazas increíbles, numerosos monumentos y mejor cerveza. ¡Y lo mejor de todo es que es una ciudad perfecta para recorrer en bici!

Comenzamos por la isla de los museos. El Pergamon Museum y Neues Museum son museos fantásticos (sobre todo el Pergamon) pero a nosotros nos pareció mucho más auténtico el DDR Museum. Se trata de un museo donde te muestran cómo era la vida de los berlineses en épocas de guerra y su vida cotidiana bajo el régimen.

Radios antiguas
Muestra de salón típico
Recreación de interrogatorios

Uno de los monumentos más emblemáticos de Berlín es, sin duda, la puerta de Brandeburgo. Es la antigua puerta de entrada a la ciudad.

Inaugurada en 1791 junto a la Pariser Platz, la Puerta de Brandeburgo es un símbolo del triunfo de la paz sobre las armas. Se trata de una enorme construcción de 26 metros de alto que, con su estilo neoclásico, recuerda a las construcciones de la Acrópolis de Atenas.

Posando

Cerca de la Puerta de Brandeburgo encontramos el Parlamento Alemán (Bundestag). Se trata de un edificio histórico con aspecto de templo clásico, coronado por una gran cúpula moderna que se puede visitar.

Parlamento

Por la falta de tiempo y otros intereses culturales, solo hacemos la visita exterior de rigor. Nos interesa bastante más otra atracción cultural muy cerca del parlamento, el monumento al Holocausto judío.

Se trata de una cuadrícula formada por 2.711 bloques de hormigón de diferentes alturas.Desde el sureste del monumento, se puede acceder a un espacio subterráneo en el que se ubica el centro de información.

Monumento del Holocausto
Dentro de los bloques

La siguiente visita de interés nos lleva al antiguo búnker de Hitler donde pasó los últimos momentos de su vida. La verdad que el sitio no tiene nada de especial porque no hay prácticamente más que un cartel que indica dónde se ubicaba el recinto. A modo de paseo y cultura general es interesante.

Aprovechando que estamos por esta zona, nos damos una vuelta para visitar la iglesia Kaiser Wilhelm. Iglesia remodelada a modo de recuerdo a la memoria de la insensatez que dejó la II guerra mundial.

La iglesia se encuentra magullada y ennegrecida queriendo demostrar lo negativo que significó la guerra.

Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm

Si se va en época de mercadillos navideños, muy cerca de la iglesia hay uno con puestos muy chulos que merece la pena darse un paseo y comprar algo.

Mercado navideño

Aprovechamos que por aquí hay varias cosas que ver y recorremos Alexanderplatz, considerada el centro de Berlín desde la edad media.

En ella se encuentra el reloj mundial, que señala la hora de todas las ciudades del mundo. Es un sitio bastante conocido para visitar y hacerse una foto. En la plaza también se encuentra la torre de televisión, una construcción de 368m que es la mayor de todo Alemania y desde donde se pueden observar las mejores vistas de la ciudad.

Reloj mundial y torre de televisión

Cerca de aquí se ubica la catedral de Berlín. Se trata del edificio religioso más representativo de la ciudad, situado en frente del jardín Lustgarten, entre la Isla de los Museos y el solar antes ocupado por el Palacio Imperial.

Os recomendamos que la visitéis de noche.

Vista nocturna de la catedral

Si eres un apasionado del arte urbano, es obligatorio visitar el centro cultural de Tacheles. Actualmente se encuentra cerrado pero se puede visitar una parte del edificio que aún ‘cuidan’ los artistas.

A lo largo de las cinco plantas del edificio se podían encontrar numerosos talleres de artistas y algunos bares para tomar algo disfrutando de una atmósfera diferente, acompañados por la música de algún artista desconocido.

El patio del Kunsthaus Tacheles era el improvisado taller de excéntricos artistas que trabajaban y exponían sus obras para venderlas al aire libre.

Otro de los días nos acercamos a ver la visita obligada del muro de Berlín. La construcción del muro y, especialmente su caída, han formado parte de los momentos más importantes de la historia del siglo XX. Este muro dividió Berlín en dos partes durante 28 años, separando a familias y amigos.

En 1949, los tres sectores occidentales (estadounidense, francés y británico) pasaron a llamarse República Federal Alemana (RFA) y el sector oriental (soviético) se convirtió en la República Democrática Alemana (RDA). Berlín quedó dividida y se crearon numerosos puntos de paso entre las 2 zonas.

La parte más importante que se ha mantenido en pie se encuentra en la zona conocida como East Side Gallery. Allí se pueden recorrer los cerca de 1,3kms del muro decorado con impresionantes pinturas que reflejan multitud de acontecimientos relacionados con el muro.

Por esta zona también se puede ver en el suelo por dónde discurría el antiguo muro y el recorrido que tenía.

Sitio por donde pasaba el muro

Uno de los puntos de acceso y control más famosos a la parte oriental de occidental de Alemania, era el Checkpoint Charlie, que fue el punto de paso más conocido de los utilizados durante la Guerra Fría. En él se podía conseguir el visado diurno para cruzar a Berlín Este desde Berlín Oeste.

Hoy en día han dejado una réplica a modo de visita turística con los guardas vestidos de la época para revivir cómo era el sitio.

Checkpoint Charlie

Una de las visitas que más nos apetecía era visitar el genuino mercadillo de Mauerpark. Este “rastro” es una de las citas obligadas de los domingos berlineses. Hay cualquier cosa que se le pueda pasar a uno por la cabeza: desde puestos donde los coleccionistas de Playmobil o de vinilos enloquecerán sin duda, a grandes paradas cubiertas por toldos en las que se vende una mezcla hipnotizadora de muebles viejos, menaje, libros y objetos varios (no hay una clasificación mejor para esta oferta precisamente “inclasificable”).

Una vez acaba esta visita decidimos darnos un paseo por el cementerio judío Alter Jüdischer Friedhof , del que habíamos oído buenas reseñas. El sitio es muy acogedor y muy interesante. Es una visita rápida para rellenar algún hueco que tengáis.

Cemetry

Y, cómo no, en Berlín hay que darse un homenaje probando su famosos codillos con chucrut, sus famosas currywurst o alguna de sus fantásticas cervezas. La ciudad está llena de puestos callejeros donde poder encontrar las mejores exquisiteces gastronómicas.

Codillo & chucrut
Wurst

Berlín es una ciudad fantástica para recorrerla en bicicleta siempre que el tiempo y la luz acompañen. Nosotros somos unos enamorados de las bicis y pudimos visitar muchos sitios de interés en tan poco tiempo gracias a ellas.

De paseo
¡Viva las bicis!

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