FECHAS: 05-09 nov 2010
Llegamos a Ámsterdam atraídos por descubrir una de las ciudades europeas más bonitas y poder contemplar los múltiples canales que la rodean. La mejor opción para tener una primera visión de la ciudad es recorrerla a pie o en bicicleta. Es perfecta ya que no es una urbe demasiado grande y es totalmente llana.
La ciudad se compone de varios anillos de canales los cuales se van expandiendo cada vez más hacia el exterior. Por algo la llaman la Venecia del norte. Ámsterdam está compuesta por 9 barrios diferentes: el Casco antiguo, El cinturón de Canales, Jordaan, Barrio judío, Viejo Sur, Barrio de los Espejos, Pijp, Barrio de los Museos y finalmente el Ámsterdam Noord.
Aunque no somos muy de museos cuando vamos para tan pocos días, hay alguno que no hay que perderse. En este caso, decidimos entrar a ver la casa museo de Anne Frank. Es una visita no muy larga pero que merece mucho la pena para darse cuenta de lo que aquí pasó.
Ámsterdam es muy conocida por sus coffee shops y la posibilidad de comprar y consumir sustancias derivadas del cannabis y del hachís. Aunque no fumes (como es nuestro caso) siempre podrás tomarte algo y contemplar el ambiente que se vive en estos sitios. Os lo recomendamos, es muy curioso.
Otra de las cosas curiosas e interesantes que ver es el barrio rojo. A primera vista cualquiera puede pensar que todo está dirigido a la prostitución pero, si se consigue ver más allá, se puede apreciar el espacio más liberalizado del mundo en cuanto a drogas, prostitución y diversidad sexual. Es realmente interesante pasarse por este punto de la ciudad y disfrutar (aunque solo sea) de las luces que lo rodean.
Una visita que nos gustó mucho por ser la zona moderna de Ámsterdam es el barrio Jordaan. Originalmente fue un barrio obrero pero desde los años 80 se ha convertido en una zona bohemia repleta de galerías de arte, boutiques restaurantes y tiendas especializadas. Además, la casa-museo de Anne Frank pertenece a este barrio (otro motivo para visitarlo).
El siguiente punto de interés, la Plaza Dam, a 5 minutos andando de la estación Central. Siempre abarrotada de lugareños y turistas tanto de día como de noche. Es el punto central de la ciudad, y todo turista termina pasando por allí en más de una ocasión.
En ella nos podemos encontrar con numerosos puestos de comida, restaurantes y tiendas, incluyendo la conocida tienda Bijenkorf, la Magna Plaza, y el Bonneterie. También se encuentra el famoso centro del diamante de Ámsterdam.
El punto verde de la ciudad lo pone el famoso parque Vondelpark. Está situado en el corazón de la ciudad de Ámsterdam, muy cerca de la Plaza Leidseplein. Se trata de un parque muy concurrido, tanto por los turistas como por sus habitantes, y es el más conocido de toda Holanda.
En cuanto a las visitas a los mercadillos de la ciudad, nosotros visitamos estos 2:
- Mercado flotante de flores
Es un mercado flotante único en el mundo y un punto de interés de Ámsterdam para todos los turistas. Es un mercadillo súper curioso y muy chulo. Los puestos de flores se colocan en las casas flotantes. Allí se comercia con tulipanes de todos los tipos y colores, narcisos y otras flores. Se pueden comprar bulbos de tulipanes y es el típico regalo de souvenir que uno se lleva de Ámsterdam.
El mercado de las flores se ubica en el canal de Singel, entre Koningsplein y Muntplein y se puede visitar todos los días de 8:30 a 19:30.
- Albert Cuyp
Uno de los mejores mercadillos de la ciudad. No se puede perder el mercado de Albert Cuyp, quizás el más famoso y conocido de todos los mercados de Ámsterdam. El lugar mide más de 1km de largo y está compuesto de más de 300 puestos, donde se puede encontrar casi cualquier tipo de producto. Destaca por ofrecer ropa barata y de buena calidad. Este mercado está abierto de lunes a sábado de 9:30 a 18:00. Se puede llegar en tranvía: 16, 24 y 25. La parada más cercana al mercadillo es Van Woustraatlos.
No puede faltar la famosa foto con el logo de la ciudad justo en frente del museo de Van Gohg. Es una foto obligatoria para todo turista que se precie.
Si queréis visitar algún que otro molino de viento os aconsejamos De Gooyer, que se encuentra situado muy cerca del centro y se llega muy fácil dando un paseo. Se construyó en 1725 y fue trasladado a su zona actual en 1825.