¿Merece la pena ir a Iguazú? Sin lugar a duda, ¡sí!
Lo único que recomendamos es ver primero el lado brasileño y después el argentino, si es que estás interesado en ver ambos lados.
Solo hay una compañía de buses que lleva a las cataratas (a las dos) Río Uruguay, aunque pueden vender billetes muchas agencias en modo viaje turístico con todo incluido. Viajar por tu cuenta es sencillo. Desde la estación de buses de Puerto Iguazú salen todos los trayectos y con mucha frecuencia.
Para ver las Cataratas de Iguazú argentinas se necesita todo el día para ir tranquilamente y poder hacer todos los recorridos.
La entrada al Parque son 330$ / persona e incluye la entrada, un tren que te acerca a la Garganta del Diablo y la embarcación que te lleva a la isla San Martín. No incluye las embarcaciones rápidas que te acercan a las cataratas para empaparte, hay dos opciones, la corta que cuesta unos 400$ y la larga que cuesta 800$, una barbaridad para lo que es.
Para ver las Cataratas de Iguazú brasileñas hace falta menos tiempo, aunque se tarda más en llegar ya que hay que sellar la salida de Argentina en la frontera y la entrada en Brasil (a la vuelta también).
El precio del bus es de 80$ (pesos) persona i/v, salen del mismo sitio que para ir al lado argentino, pero en el andén 10 de la estación de autobuses. La frecuencia es cada media hora y el último de vuelta desde Brasil es a las 17h (hora argentina, en Brasil hay una hora más).
La entrada al parque es de 62$ y, aunque es menos impactante que la argentina, merece la pena. Si te llevas un chubasquero lo agradecerás, te acercas mucho a las caídas de agua y salpican un montón.
Si llegas a media mañana a Puerto Iguazú (como ha sido nuestro caso) da tiempo de sobra para verlas ese mismo día. Dejas las cosas en el alojamiento y vas a la estación, que está cerca de todos lados porque el pueblo es pequeño.