Llegamos a Pamukkale atraídos por las famosísimas formaciones calcáreas de agua termal en forma de algodón. De hecho, Pamukkale significa ‘castillo de algodón’ en turco (por algo será). Llegamos procedentes de Estambul con la compañía Pegasus (low cost turca) y la verdad que funciona verdaderamente bien. Pamukkale se encuentra en la provincia de Denizli, al sodoeste de Turquía.
La gran mayoría de la gente se acerca a Pamukkale para ver las piscinas de toba o de travertino pero, en realidad, hay mucho más que ver, como una ciudad romana (Hierápolis) construida para aprovechar los beneficios de las aguas termales de la zona.
Nos alojamos en White heaven hotel ya que está bastante cerca de la entrada a la ciudad de Hierápolis (taquilla norte) y resultó muy cómodo ya que no disponíamos de coche.
La visita a estas 2 atracciones bien pueden ser de unas 3-4h. Al terminar, se puede tomar un baño en las termas públicas que hay. Hay taquillas para poder cambiarse y guardar la ropa.