Llegamos a Cuzco procedentes de Pto. Maldonado mediante avión con la compañía Star Perú. La compañía es bastante buena y hacemos el recorrido en 45′ aproximadamente. Cuzco es una antigua ciudad colonial española y la de mayor visitas en todo Perú. Es una ciudad tranquila y muy bonita. Eso sí, solo por el centro ya que cuando sales un poco por las afueras, todo cambia.
Nos alojamos en el hostel Eco Packers que está muy cerca de la plaza de armas y del centro.
En los alrededores de Cuzco hay bastantes cosas que ver y, después de recorrernos la ciudad en una mañana, contratamos una visita guiada para ver el valle sagrado con la agencia INCA´S CONNECTION. La visita nos lleva todo el día y hacemos parada en Písac, Ollantaytambo y Chinchero.
Nos gustaron mucho las terrazas de Písac y el cementerio más grande de toda Sudamérica que tienen allí.
En Ollaytantambo nos gustó más el propio pueblo (chiquitín y con encanto) que las ruinas. Había mucha gente y no se estaba tan bien, pero bueno, como contratamos un guía que nos explicó un montón de cosas, ambas visitas resultaron súper interesantes.
En casi todas las explicaciones que dan, no hablan muy bien de los conquistadores españoles y cómo tratamos al pueblo inca. Da un poco de reparo oír de todo lo que hicieron y cómo se comportaron.
A Chinchero llegamos casi anocheciendo. También es un pueblo precioso, empedrado y con arquitectura pre-inca, pero es conocido por los textiles no por la arquitectura. Nos explicaron la forma en que hacían los hilos, el tintado y el tricotado. El resultado: alucinantes tejidos, pero la artesanía hay que pagarla a precios de oro, así que nos fuimos con las manos vacías y congeladas… el pueblito está a tres mil y mucho y en cuanto se fue el Sol hacía mucho frío.